28 de febrero de 2008

Rojo

Caminaba en plena noche hacia el colegio, la poca gente que había en la calle en ese momento caminaba en silencio, sin mirarse, muertos, sin gracia.
El barrendero José, barría la calle sin que nadie se fijara en él. La noche anterior se había peleado con su esposa y desde entonces tan solo barría, tan solo. No la vería nunca más, pero aún no lo sabe.
Una pareja se despide en el zaguán y el perro se escapa, la antepenúltima hoja de un árbol cae sin causar conmoción. Un señor sale apurado de su casa.
Un cielo gris, en una ciudad gris. La calle gris, la gente gris, en un día gris.
Y de pronto, ella.
Grandes ojos azules, pálida y de vestido rojo.

Belleza Natural

Opera Prima

mujer de andar tranquilo
ojos serenos
que paseas por la arena
tentando
mar
tentando
cielo

dejas tu huella descalza
peregrina
mostrándome
mi camino
recordándome
que aún no muero
te amo
al oído
y a la distancia
pero sobre todo al oído
tengo un plan
amémonos hasta el delirio
y aún más lejos

hagamos la revolución
tú y yo
en algún lugar
donde el amor se respire
y oxigene cada átomo de nuestro ser

¿ves ese planeta azul a lo lejos?
ahí
cada puesta de sol es más hermosa que la anterior,
mientras que el mar
y los pájaros
se pelean por deleitarte con su música,
y las fragancias,
de todos los sabores y colores,
se mezclan para dejarte levemente confundido,
y la luna te enamora,
y el viento te da alas para que llegues hasta ella,
y el pasto te hará reír,
y la pimienta estornudar,
y el mar no te deja decidir,
si viene
o si va
que viene, viene
y ya va
y te enloquece
y te pierde en un millón de sueños

hagamos la revolución
tú y yo
en algún un lugar
donde el amor se respire
y oxigene cada átomo de nuestro ser

de eso se trata,
de creer,
hagamos la revolución
y si todo fue en vano
lo intentamos, vieja
de eso se trata,
yo creo.